Carmen F. Sigler

Un grupo de mujeres protagonizan una emotiva acción en el centro de Sevilla. Tras inflar de forma colectiva un globo hinchable que representa el globo terráqueo se sitúan en una plaza pública, formando un corro, para pasárselo de mano en mano, manteniéndolo siempre suspendido en el aire, sin permitir que caiga al suelo. Lo que parece un sencillo e inocente juego infantil, en realidad contiene una importante carga simbólica.

Las mujeres son las que con su energía cuidan del planeta y de la vida humana, luchando por la conservación del medio natural. En las últimas décadas la corriente ecofeminista está reivindicando la relación perdida con la espiritualidad de la Tierra. Las mujeres, desposeídas de poder y de voz pública en todo el planeta, se levantan contra la dominación patriarcal proponiendo una visión holística de la naturaleza.